Saturday, December 17, 2011

Carta póstuma al Sr. Edmond Rostand:

Querido Sr,
Cyrano de Bergerac, ¡qué sorpresa! ¡Qué gran obra! Desde luego el suyo es un clásico que nunca pasa de moda. Creo que por eso mismo es un clásico, porque pese a que fue escrita a finales de 1800 aun hoy se entiende. ¡Qué sorpresa también comprobar que Cyrano fue un personaje real, escritor, pensador, de la Francia del siglo XVII! Creo que es la primera vez que leo por propia iniciativa una obra teatral. Me alegro que haya sido Cyrano.

P.D. a los ajenos: Por ahora no puedo colgar la foto de la portada de la edición que he leído, de Sopena. Me ha sorprendido lo bien traducida que está. Al menos esa es mi impresión. [Por fin he podido colgar la imagen. A 06 de abril de 2012]

Querido Daniel,


Nos volvemos a cruzar. Me he divertido mucho con su libro. Especialmente con la primera parte. He tenido muchos momentos de sonrisa y de risa. Algún otro momento de aburrimiento (tanto hablar del entrenamiento para los besos) y en general, muchos momentos de distracción. Reconozco que la historia de Max, Katrin y Kurt me ha gustado menos que la de Contra el viento del norte. Aquí, por cierto, también aparece ese viento acompañado de un ambiente invernal desapacible.

He tirado de usted, Daniel, en un fin de semana especial, de aviones, trenes, encuentros, abrazos, alegrías, angustias (conmigo es imposible...), agradecimiento, recuerdo... Usted (su libro) y ese braco alemán de pelo duro... solo quiero decirle que, para la próxima, añada usted una foto. Dejo su libro viajero, Daniel, con una historia dentro y otra fuera. Un abrazo.

Sunday, December 11, 2011

Querida Rosamunde,

Terminé de leer su libro hace unos días y ahora le escribo en una situación idílica: me encuentro relajadísima y en un entorno ideal. Unas cuantas gotas caen poco a poco de una fuente y un murmullo de voces viene por la derecha. Hay sonidos lejanos de platos y cubiertos y de repente, unos tacones que caminan por delante de mí. Alguien dice "hasta mañana" pero no oigo la respuesta.
Sus libros siempre han representado para mí, descanso, alegría, paz... como una vuelta al hogar, a los hogares que usted ha creado en cada uno de sus libros. Solsticio de invierno es una novela de este tipo pero no me ha gustado como la que más. Son curiosas sus novelas corales en las que los personajes van apareciendo individualmente para luego juntarse y enlazar sus historias para convertirlas en una sola. De todas maneras hay algo en Solsticio de invierno que no la hace una de sus mejores novelas ni la más representativa. Es quizá la historia de Carrie y Sam que no acaba de dibujarse, es quizá el tono repetitivo que hay en la relación entre Elfrida y Óscar en la que muchos detalles vuelven a decirse una y otra vez como si no nos hubiésemos enterado, es quizá una historia demasiado larga en la que las distintas piezas acaban, según mi punto de vista, encajando demasiado bien. Es, como dice Lucy... ¿Cómo es posible que ocurran tantas cosas en un mismo día?
Sabe, Rosamunde, que siempre le estaré agradecida. Un fuerte abrazo.