Monday, June 16, 2008

Querida Mrs. Rowling:

Señora Rowling: siento como si estuviera escribiendo una carta de despedida a alguien que me ha hecho sobrellevar mejor algunos momentos menos llevaderos.
Siento ahora juntas todas las alegrías y las tristezas que me ha dado leer sus libros...desde el tercero, todo hay que decirlo. Y eso que al principio era una contraria a esas lecturas que me parecían infantiles. Más infantil era mi oposición a la masa-lectora que me rodeaba por el simple hecho de que no me arrastraran.
Se acabó. Ya no habrá más…qué vacío tan grande. ¡¡Es que he cogido tanto cariño al Niño que sobrevivió!! ¡¡Y me he acostumbrado a tener noticias suyas cada varios años!! Seguro que usted descansará ya, sí, pero yo no me alegro. El final de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte no me ha desilusionado – pese a tratarse de un capítulo que rompía bastante con el esquema – pero lo he leído con una gran tristeza.
Este último libro me ha gustado bastante, pero no lo hizo el anterior del que ya no recuerdo ni el título, me pareció lleno de diálogos fáciles y repetitivos, además de hacer desaparecer personajes que hacían que se te rompiera un poquito el alma (el alma lectora). Ahora, en este último, la desaparición de otros personajes se hace más llevadera (como las penas) porque forma parte de un plan...pero siempre da pena perder a seres queridos, no?
Gracias, gracias y gracias Sra. Rowling. Thank very much. Pasemos del aspecto comercial, de si ha querido extender el negocio. Espero que haya escrito estos libros con intención recta. THANK YOU!!

Estimado Sr. Noah Gordon:

Me ha gustado mucho leer La bodega por esa sensación de leer algo sino recién escrito, sí recién publicado. Pero siento decirle que el sabor de este vino me ha sabido al de siempre. De sus novelas sólo he leído El médico y El último judío, las dos ambientadas en la Edad Media, quizás por eso me era imposible imaginar los escenarios de La bodega, la ropa de los personajes, la descripción de sus casas, sino de una “forma medieval”. Claro que luego había trenes y fábricas que me reconducían cronológicamente.
Su estilo narrativo me gusta mucho. Sólo en algunas ocasiones me siento incapaz de seguir algunas descripciones. Al final da las gracias a una persona que le informó sobre la construcción de una puerta…creo que debería ponerme en contacto con ella para que también a mí me lo explique. Pese a todo, es muy agradable leer su prosa, se hace de forma rápida y engancha.
El hilo de la historia es, en esencia, más o menos el mismo que El último judío: alguien que huye. Y todos tienen un punto en común muy interesante literariamente pues permite contar más cosas: todos viajan.
Gracias por su libro y pese a mis sentimientos encontrados, intentaré tardar algo más de tiempo en volver a leer alguno de sus libros para cogerlo con más ganas.