Este fin de semana he podido leer su novela... o cuento... o historia, Seda. Ciertamente es eso, una historia, un relato de unos hechos, en ocasiones repetitivos, como en la realidad hubieran sido: el comerciante que va y que viene y durante cuatro años hace el mismo - o casi el mismo - trayecto de ida y vuelta. Siempre, excepto al final, cumple su cometido. No se sobrepasa, es calmado, no hay angustias o sorpresas de última hora. Las cosas ocurren en esta historia sin sobresaltos aunque hay enigmas y misterios, preguntas sin contestar, cosas sin explicar. La historia está abierta por los cuatro costados.
No me ha gustado mucho. El lenguaje y el ritmo son pausados y poéticos. La repetición, los puntos y aparte y el tempo dan al libro un toque de belleza, un aura especial. Pero aun así no me convence.
P. D. a los ajenos: Hay una frase que me ha gustado especialmente:
... Tenía los labios entrecerrados, parecían la prehistoria de una sonrisa.
No me ha gustado mucho. El lenguaje y el ritmo son pausados y poéticos. La repetición, los puntos y aparte y el tempo dan al libro un toque de belleza, un aura especial. Pero aun así no me convence.
P. D. a los ajenos: Hay una frase que me ha gustado especialmente:
... Tenía los labios entrecerrados, parecían la prehistoria de una sonrisa.
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