Por fin he podido leer la historia que leía... ¿cómo se llamaba? ¡¡Tatiana!! [he tenido que buscarlo] en El jinete de bronce de Paullina Simons. Había otros libros, creo recordar, también suyos, como Eugenio Oneguin y algún otro... La edición de Hiperión es estupenda, con el texto original en ruso y grabados de la primera edición, además del prólogo que contextualiza bastante la obra. Leí su libro en una sentada (la sentada fue de 8 horas aunque creo que su libro sólo me llenó 1). El exordio (por cierto, interesante palabra) dedicado a San Petersburgo es la parte que más me ha gustado. No sé si ha sido muy difícil la traducción pero queda muy bien en castellano. Me gusta sobre todo la dualidad de la ciudad cruel y amiga, destructora y bella, como es todo en esta prosa versificada o en estos versos prosaicos. El zar Pedro es el hacedor de lo grandioso a la vez que el culpable de la destrucción... ¿será este el comienzo de una nueva etapa de lectura desplazada hacia el este?
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment