Monday, April 28, 2008

Estimado Sr. Ian McEwan:

Muy querido señor:
No estoy segura que usted se dejara tratar de "muy querido" y tampoco su libro incita a este tratamiento, no se crea. Pero es tal el punto de excitación (no sexual, perdóneme) al que me ha llevado la lectura de su libro que en este momento sería capaz de rendirle honor.
Llevo unos momentos pensando cuál debía ser la palabra para definir cómo me siento después de un fin de semana intenso de lectura, de casi 5 horas diarias, aprovechando un viaje...encontré la palabra, pero acabo de olvidarla. No era excitación - esa es referente a usted - sino una especie de "éxtasis" literario.
Creo que hasta ahora nunca había leído algo tan grande como Expiación. Me alegra enormemente no haber ido al cine a ver la película y haber abierto mi mente inmacula a las imágenes de su guión. Ahora sí tengo ganas de verla para saber cómo el director ha sido capaz de plasmar algo que, en muchos momentos, yo era incapaz de hacer en mi cabeza. No ha sido por la densa descripción, pero sí por la sobreabundancia de palabras, algunas de ellas desconocidas para mí (bendito/a traductor/a, bendita Editorial Anagrama). Una lectura tan absorbente no deja tiempo a buscar palabras en el diccionario...Te sigue chupando la sangre y no puedes separar los ojos de aquello que no esté escrito por Ian McEwan...al menos en este caso.
Me desconcierta el final. ¿Qué pasó realmente? ¿No es eso lo que dice Briony que nos preguntaremos los lectores? ¡¡Pues eso es, sí!! No me sirve que pasó lo que uno quiere que pase: quiero la verdad y no sobreentender nada más.
Ojalá este libro modifique la visión que tengo de la vida como la ha modificado este fin de semana. Gracias.

Friday, April 25, 2008

Estimado Sr. Noah Gordon:

Me ha gustado mucho leer El último judío.
Hace casi dos años que leí El médico y no recordaba lo agradable que es su prosa.
Pero es su parecido con este último lo que más me ha decepcionado: que Yonah Toledano al final acabe convertido en médico y no en trabajador del metal y del acero, convierten al libro en un "segundo Médico", aunque con menos profundizaciones en la materia.
Es verdad que la profesión del último judío verdadero que quedó en España tras la expulsión, no es lo más importante de la novela. Es su resistencia en su fe y la huida continua lo que hace este libro interesante.
La lectura se agradece cuando uno no se da cuenta de que lee sino que la historia entra en su cabeza de una manera misteriosa, como si la estuviera absorbiendo. Y esto pasa con sus libros, al menos con los que he leído.
Muchas gracias por su libro.

Thursday, April 10, 2008

Carta póstuma a la Sra. Beecher Stowe:

Querida Sra. Harriet:

Últimamente me emociono tanto con los libros como con la vida y su libro ha tomado partido también en esta historia.

Ya voy dos libros por delante, algo que nunca quiero que me pase para no perder la frescura en el recuerdo de los detalles, pero apenas he tenido tiempo disponible para pensar en escribirle.

Lo que más me ha quedado de este libro es su gran actualidad. Las palabras, las expresiones, los diálogos, el ritmo...podrían hacer parecer al libro de 2008. Quizás los avances técnicos han hecho que cambie el entorno en el que se desarrolla el hombre, pero sus pensamientos y comportamientos ante las cosas no han cambiado mucho. Seguro que en esta época esclavista americana encontraríamos a nuestra alma gemela de pensamiento, a alguien con cuyo intelecto conectarámos perfectamente...en ésta y en cualquier otra época anterior.

La cabaña del tío Tom es un libro - siempre a mi parecer - fundamentalmente religioso y no sólo moralista.

Me gustan los giros que marca usted, Harriet, dirigiéndose al lector al final de algunos capítulos o en medio de ellos, llamando a las madres, a los hermanos...a que se introduzcan en la lectura, en el personaje. En esos momentos el libro se hacer tan cercano, como si alguien te estuviera contando su historia particular.

La muerte de Tom y la comunicación de la noticia a su familia se siente como un momento verdaderamente trágico. Cuando me hablaron del libro, me describieron a Tom como el hombre más bueno del mundo, pero a mí no me lo ha parecido. Hay tantos personajes en la novela que, para mí, el de Tom es uno más entre tantos.

El tiempo apremia y debo irme. Gracias por su libro.