Le escribo tras leer de nuevo su último libro de la saga Potter, Harry Potter y las reliquias de la muerte. He considerado que, estando en Navidad y con este mal que me aqueja de "descentre total", podía permitirme el lujo (o el derroche) de volver a leer su libro. Es curioso como... ¡¡no recordaba nada!! ... O casi nada. Ha sido como una primera lectura. Quizás la última vez leí con demasiada avidez... y esta quizás ha sido una lectura más de deleite... ¡quién lo diría!
Me ha sorprendido esta vez las grandes pausas o tiempos lentos que hay en el libro (cosa que en la película, que estoy viendo, eliminan rápidamente). Es un libro largo, sí, pero hay muchos momentos alargados y otros tantos repetitivos. Así son los preparativos antes de la boda de Bill y Fleur y la cantidad de cambios en los sitios de acampada. Se que estos tiempos quieren reflejar la situación de pérdida de Harry y los demás que no saben qué hacer, qué buscar y en quién confiar. Por otro lado, el libro tiene capítulos o páginas con muuucho argumento, en la que se desvelan muchos enigmas y ocurren tantas cosas. Me parece que hay ahí un gran contraste.
Esta vez he notado un estilo de redacción más unido y la lectura ha sido para mí más fácil, menos atropellada... Claramente tenía que ver con mi momento de lectura.
Me llama la atención algo que creo que ya lo hizo la vez anterior... ¿Dónde está Dios en su libro? En momentos de semejante caos (¡¡el mundo mágico -y en fin el mundo- está en guerra!!) nadie piensa qué hay más allá... ¡ni siquiera para desmentirlo! ¿O es que no hace falta? No hay ninguna reflexión en el cementerio de Godric's Hollow, cuando se escucha cantar a la gente en la iglesia...
El final me parece conmovedor. No me molesta en absoluto. Tengo muchas ganas de ver cómo lo han resuelto en la película (todavía me queda por ver la última parte de la segunda parte). En el film han eliminado muchas escenas del libro en las que Harry se ocultaba bajo la capa de invisibilidad o iban "disfrazados" de otros con la poción multijugos. Como ve, tengo los hechizos en la punta de la lengua... Estos días he echado en falta una varita en muchos momentos para decir Accio... o poder dar a alguien un sorbo de Veritaserum. Llevo semanas tan metida en su mundo que por un momento he creído que fuera posible hacerlo.
Esta vez me ha quedado una sensación de tristeza distinta. Ahora simplemente pienso qué podré leer ahora para distraerme tanto. Le mando un fuerte abrazo Sra. Rowling.
Me ha sorprendido esta vez las grandes pausas o tiempos lentos que hay en el libro (cosa que en la película, que estoy viendo, eliminan rápidamente). Es un libro largo, sí, pero hay muchos momentos alargados y otros tantos repetitivos. Así son los preparativos antes de la boda de Bill y Fleur y la cantidad de cambios en los sitios de acampada. Se que estos tiempos quieren reflejar la situación de pérdida de Harry y los demás que no saben qué hacer, qué buscar y en quién confiar. Por otro lado, el libro tiene capítulos o páginas con muuucho argumento, en la que se desvelan muchos enigmas y ocurren tantas cosas. Me parece que hay ahí un gran contraste.
Esta vez he notado un estilo de redacción más unido y la lectura ha sido para mí más fácil, menos atropellada... Claramente tenía que ver con mi momento de lectura.
Me llama la atención algo que creo que ya lo hizo la vez anterior... ¿Dónde está Dios en su libro? En momentos de semejante caos (¡¡el mundo mágico -y en fin el mundo- está en guerra!!) nadie piensa qué hay más allá... ¡ni siquiera para desmentirlo! ¿O es que no hace falta? No hay ninguna reflexión en el cementerio de Godric's Hollow, cuando se escucha cantar a la gente en la iglesia...
El final me parece conmovedor. No me molesta en absoluto. Tengo muchas ganas de ver cómo lo han resuelto en la película (todavía me queda por ver la última parte de la segunda parte). En el film han eliminado muchas escenas del libro en las que Harry se ocultaba bajo la capa de invisibilidad o iban "disfrazados" de otros con la poción multijugos. Como ve, tengo los hechizos en la punta de la lengua... Estos días he echado en falta una varita en muchos momentos para decir Accio... o poder dar a alguien un sorbo de Veritaserum. Llevo semanas tan metida en su mundo que por un momento he creído que fuera posible hacerlo.
Esta vez me ha quedado una sensación de tristeza distinta. Ahora simplemente pienso qué podré leer ahora para distraerme tanto. Le mando un fuerte abrazo Sra. Rowling.