Llevaba varios meses deseando leer su libro, incluso intenté que algún alma caritativa me lo regalara para Navidad, aunque no lo conseguí. No sé si agradecerlo o no, lo que sí es que por lo menos me ha curtido, renovándolo 3 veces en la Biblioteca y luchando por acabarlo, como una contrarrelog.
No puedo decirle que me haya gustado, sintiéndolo mucho. Debe ser que quizás me hice una idea preconcebida equivocada nada más con ver el título. Para mí este no es un libro que debiera llamarse La Historiadora, lo llamaría algo así como Tras Drácula (vale, demasiado evidente: lo siento, tampoco me dedico a titular libros de 600 páginas) o algo si quiere más comercial pero que dé alguna pista (Drácula vive ¿?). Debe ser que mi error fue no leer la información de la cubierta aunque ya no recuerdo si se refería a Drácula (como comprenderá he tenido que devolver el libro rápidamente y con mi buena sanción de una semana sin préstamo) pero la cosa es que tiene que salir por algún lado. Lo que si me parece que refiere al título es el trabajo de los Historiadores que aparecen en la novela. Los métodos de trabajo de los profesionales que salen aquí me parecen los ideales para los historiadores pero no sé si se asemeja algo con la realidad. Y no me refiero a las aventuras, que no consiste en ser Indiana Jones -por mucho que me guste- sino en las constantes visitas a la biblioteca (y a sus lugares más altos y más oscuros, por lo tanto más llenos de polvo y menos apetecibles, pero una gran fuente), en el trabajo a solas, la consulta de otros documentos y recursos (mapas, cartas, entrevistas...) y la investigación in situ, además de muchas otras cosas.
Eso, el transfondo del trabajo del Historiador, es lo que más me ha gustado de su novela.
Pero claro, 600 páginas de investigación histórica podrían haber dado para mucho más que para concentrarlo todo en las 20 últimas páginas del final. ¿Por qué esperarán algunos autores para resolverlo todo en el más absoluto final? ¿Serán técnicas literarias? Pues seguro que sí, pero le digo yo que algunas personas con las que he hablado del libro, abandonaron antes y se han quedado con una muy mala impresión.
He visto noticias que la definen a usted como continuadora de la esencia de Dan Brown o a su novela como la quintaesencia del misterio. Disculpe que, desde mi humilde opinión, discrepe. Es su primera novela publicada después de muchos años de investigación. No le niego el trabajo, eso sin duda, pero le falta algo de emoción.
En muchas ocasiones me ha costado imaginar los lugares que describía, por ejemplo al final, con tanta cripta y capilla, abriendo sarcófagos que luego resultaban ser habitáculos. Y no quiero echarle la culpa a la traducción.
Por otra parte, es difícil seguirle la ruta con tanto nombre. Y lo del viaje de los monjes con un "tesoro" desde luego que ha sido la gran incógnita: no me he enterado de nada.
Otra cosa más se me queda en el tintero pero ahora no puedo recordarla.
Gracias, pese a todo lo dicho, por su libro...y perdone que no haya traducción.